Dar puede ser la única manera que desde tiempos ancestrales estamos habituados a entregar apoyo a terceros.
Dar es el mundo de la filantropía, es el mundo de las donaciones, implica desprendimiento de tiempo, dinero o bienes materiales.
Dentro del dar está el voluntariado puntual, empresarialmente llamado voluntariado corporativo, ese tiempo que cedemos para atender esporádicamente necesidades sociales.
El dar produce una gran satisfacción, nos empodera y a la vez nos muestra las caras más sufridas de la vida. Ese puntual contacto se refleja en esta frase que habitualmente sentimos tras realizar una acción de voluntariado “he recibido mucho más de lo que he dado”.
Repensando dicha frase ¿porqué no hacemos un mayor esfuerzo para equiparar resultados?. Lo haremos, si realmente los equiparamos.
Toda acción filantrópica suele desprenderse de aquello que no toca las líneas estratégicas de nuestras vidas.
Dar además nos subraya que hay dos planos bien diferenciados en este mundo, el que dona y el beneficiario.
Darse es otra cosa, darse es caminar con, darse es un compromiso duradero, darse es ser parte de la solución, es hacerlo parte estratégica de nuestras vidas.
Darse iguala los planos, desaparece el donante y el beneficiario para caminar juntos en pos de objetivos comunes. Darse es vincular tus objetivos empresariales o personales al logro de fines sociales.
Darse no es limitar tus necesidades en beneficio de las de otros, es todo lo contrarío, darse es que mejores tus resultados gracias a la colaboración con fines sociales. Darse es un beneficio mutuo.
Darse no implica desprendimiento, implica emprendimiento.
Darse es hacer ese esfuerzo por una colaboración permanente que realmente sane ambas necesidades.
Dar es una solución momentánea, darse es vincular caminos. Dar es filantropía, darse es estrategia. Estrategia es todo aquellos que hace palanca para alcanzar los objetivos e ilusiones de nuestras vidas.
Desde el mundo empresarial a través de su RSE, o desde el ámbito particular culturalmente hemos aprendido de los beneficios del dar, pero podría decirse que nadie nos ha enseñado los beneficios del darse.
Como todo en la vida cuando el beneficio es mutuo la relación es mas fructífera y por tanto duradera. Por ello “dar” es necesario, pero aprender a “darse” es imprescindible.
Antonio Mateo Santana – Founder – Helping by Doing Foundation
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