Me ha sorprendido como muchas empresas han dado un vuelco a sus habituales objetivos y se han centrado en ver cómo podían combatir con sus herramientas para luchar contra le COVID-19. Quien hacía coches, hace respiradores; quien hacía ropa de moda, hace batas para enfermeras; quien reparte medicamentos, crea infinitas nuevas rutas; …
Algunas empresas han hecho estratégica su RSE durante estos meses, sabiendo que ganar esta batalla era en beneficio de todos. En ello va nuestra supervivencia.
Qué pasará tras vencer al COVID-19: ¿Seguiremos haciendo de la filantropía nuestra manera de entender nuestra RSE o buscaremos otros métodos?
La filantropía hecha realidad a través de donaciones, ya sean económicas o materiales son necesarias, como también las actividades vinculadas al voluntariado corporativo. Todas estas acciones filantrópicas logran concienciar y además posibilitan la realización de fines sociales.
Si aprendemos de lo vivido en estos meses seremos conscientes que ayudar a fines sociales exclusivamente desde la filantrópica, hace que nos perdamos lo mejor del apoyo a causas sociales.
Nos estamos perdiendo el más bello camino que es compartir esos fines sociales dentro de nuestra estrategia de negocio.
Decía Amit Bhatia, GSG “La filantropía es una gran herramienta para mostrar empatía hacia causas ambientales y sociales, pero una mejor manera de hacerlo es integrar esa empatía en el corazón del negocio”.
Integrar esa empatía en el corazón del negocio significa:
- Buscar que el impacto social tenga también un importante impacto empresarial.
- Buscar trabajar conjuntamente desde el ¿qué necesitamos?, y no exclusivamente desde ¿el que necesitas? cómo se hace habitualmente de una manera filantrópica.
- Adoptando un nuevo e indiscutible liderazgo y compromiso por parte de las empresas, determinado presupuestos y determinado tiempo como para toda acción estratégica.
- Estableciendo una medición de resultados tanto sociales como empresariales.
¿Somos ahora conscientes de que el apoyo a los fines sociales de una manera estratégica nos permitirán vivir la experiencia profesional más impactante de nuestras vidas?.
Impacta todo aquello que transforma nuestras vidas, toda aquello que logra sacar lo mejor de cada uno de nosotros.
Si tras el COVID-19 no nos planteamos modificar nuestra RSE es que nos estaremos perdiendo el mejor camino para fortalecer nuestros objetivos empresariales vinculando los mismos a la consecución de fines sociales.
Tengo la total seguridad de que la primera empresa que utilice la RSE estratégicamente será líder en todos sus paradigmas.
Antonio Mateo Santana – Founder – Helping by Doing Foundation
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